domingo, 1 de diciembre de 2013

Escríbeme



Escríbeme mañana una carta de amor
Para arroparme de este frío
Que muestre tu adoro con clamor
Y tu corazón colibrí tal cual el mío
Con preciosos y cálidos colores
Grandiosa belleza fértil
Así la tierra y el reflejo de los mares
Me recuerdan aquel día febril

Silencio se rompe de un susurro
El viento en mi oído sopla suave
Y las hojas del otoño viajan locas
Para decirte que yo soy como pocas
Que te quiero de a de veras
Y que todo tu en mi cabes

Yo sé cielito mío que no ves bien que piense en ti
Que dices el romance es obsesión
Liberado de aquella jaula de oro
Querer despacito es tu decisión
Buscas mi cariño
Recargarte en mi regazo
Tal niño bueno
Encontrarás mi pedazo de madre

Aquella noche en la madrugada
Conté tus lunares
Mientras eran testigos las estrellas
Mi cabeza coronada por tu pecho
Y mi alma aunque oscura titilaba como ellas

Escríbeme aunque sea en un papelito roto
En una envoltura de dulce, en lo que tu quieras
Para echarlo en mi cajón
Con todos mis recuerdos y dibujos
Esos que al tocarlos se sienten embrujos
Imágenes palabras que a mi mente vuelven
Así déjame uno para tenerte guardadito
Y que juegue en mis manos
El placer de la memoria
Un detalle aunque sea chiquitito

Todos dicen que me quieres
Que como no lo veo tanto
Tu ternura, hombre distraído
Tu amor simple y cotidiano
Te miro, te abrazo, me acurruco
Yo sé que tu me sientes
Esto, todos los días de la vida.


Radha Lybica

lunes, 28 de octubre de 2013

Desierto


Quiero llorar

Estoy en calma mirando mi desierto
Extenso, llano hasta nuestro cerro
Veo el cielo brillante, con sus escasas nubes algodones
Cactus de porte majestuoso
Bello paisaje me abstraigo
Escucho, siento desde dentro
Mi llorar tan quejumbroso
Mis lamentos nimios
Que dejan ver la compleja tristeza
Que guarda redonda mi cabeza

El romance no se deja ver
El viento no lo trae desde hace tiempo
Trae hojas secas, papeles, basura y cartones
Pero no trae a esta tierra mía
Tu cara, tu pecho, mi placer
Eso que me daba cuando reía
Que poderosa era
Mi llanto por ti, mi llanto de ti
Pero tu abrazo seguro me ocultaba de peligros
Tú, caballero vigilando el horizonte
¡Dichosa era! ¡La única tristeza tú! ¡Tú! Y mi llanto solo de ti, por ti

Ahora, no soy las montañas
Las que te marean
Te gusta verlas, escalarlas
Fértiles con sus hermosas plantas
Y de eso, achares, mal agüero, gris mi aura
La sientes, la hueles, huyes por ese mi dolor
Mas sé que sientes compasión
Porque afable eres

Y toco esta tierra mía
Y de noche,
Volteo miro las estrellas
Respiro, sé que te das cuenta
Me dices, me enojo por tu observación
Desnuda vulnerable
Así este día estoy.



 Radha Lybica

martes, 6 de agosto de 2013

Alma prisionera

Alma prisionera


Hoy brotaron de mis ojos… mis lágrimas
Las que denuncian un alma sofocada
En la penumbra de la noche temprana
Anunciada por Venus la estrella
Alma triste y alocada
Según la luna y la marea, que sube y baja.

Sin templanza,
En confusión,
En la sombra
Y con las dudas,
El baile de la música que no suena.

El reloj camina,
El tic tac
Anuncia cada paso,
Me encuentro recluida
Prisionera de mis pensamientos

Y dudo de la realidad,
Dudo de la verdad,
Si las aves vuelan,
Si el cielo es azul,
O el Sol es el que la Tierra ilumina,
Pero al saber de mi existir
Se que hay un camino

Venus, Júpiter, Saturno
Ya todo es igual,
No hay remedio,
Termino y vuelve a comenzar

RLc/ Guillermo Monreal


sábado, 3 de agosto de 2013

Al hombre de mi vida

Amor de Pubertad, al hombre de mi vida

Oculto un tesoro
De delicias y placeres
Mi grito es sonoro
Por saber quién eres

No te veo mas te siento
Si eres tu el que imagino
Tu nombre murmura el viento
Y el ave en su trino

Alguna vez creí en el pasado fuiste mío
Suspiré por ti
Mas tu ímpetu de joven y todo tu brío
Te alejó de mí

A otra tú amabas
Y la buscabas con ardor
Que como niño despertabas
A la lujuria y la pasión;
Ese era mi dolor,
Mi corazón roto
De niña candorosa
Pues era buena y pudorosa
Avergonzada me sentí
De tus tempranos y lascivos besos ajenos

Niños éramos entonces
Pubertad se asoma
Breve ola con su aroma
Un vistazo a la vida posterior

Después pasó el tiempo
Supe no eras tú,
El hombre de mi vida
No me haría sufrir
Me dijera oye querida
Aunque tenga que partir
Mañana contigo estaré
En gracia hasta el fin.


RLc 

Diario


diario

No cuento las veces que suspiro
Por este malestar
Ojalá se fuera lejos al olvido
Ya debajo de la tierra estar  

No tengo dos caras
Siempre soy la misma
Cuando tengo el carisma
O cuando ando en las tinieblas 

A veces suele haber
Cotilleos morbosos
Los que quieren salir airosos
Un detalle que contar
El decir del día hay que disfrutar

Me han dicho eres enigma
Misteriosa y con talento,
Piel mi estigma
De los que sufren un delirio
Mas no saben cruel martirio
No se piensa la verdad
 De mis ojos brotan mis lágrimas
Negras, saladas
Que describen
Mi batalla día a día.

 Radha Lybica 

domingo, 28 de julio de 2013

Pensamientos para ti, amigo



No ver, no oír, no sentir…

Ese tramo de la vida es difícil
Respirar, Mover el brazo, ver alrededor
 Y Escuchar el trino de las aves

Para ti querido amigo estas breves letras
Yo de afuera te veo,
Agachado, sumido en tus ideas, en tus escritos,
Como dando gritos
Escúchenme y adiós

Pero no es por ahí querido amigo
Sé de tus versos suplicantes
Tu tristeza y furia dominantes,
Que te envuelven tal cadena
De dolor y de condena,
Condena que aprisiona
como cárcel

¿Por qué a mí? Dirás,
¡Conmigo sean clementes,
Pues no son de mí testigos
De tal maldición
Pues no infieren mis castigos!
Mi depresión

¡Respira por favor querido artista!
Haz de ti una historia, una leyenda
Invéntate tu arte
No tu dolor en vano
Esto para refugiarte
En tus tristes sentimientos
Y en tu corazón

Te lo digo
Te veo,
Se de tal dolor
Pecho vacío
Pensamiento lento
Y nada con color,
Esto es para mí
Lo que yo sentí
En aquel tiempo que morí


Escribe, escribe lo que quieras
Que para ti sea
Tu tesoro, tu ilusión
Como un gran amor
describe tu pasión;
llora niño,
llora vivo con calor

Te entiendo
Vive este plazo
Que pronto te estarás yendo
A un lugar mejor

RLc

Una frase, del libro autoliberación interior de Anthony de Mello, dice así: Le preguntaron a un maestro oriental sus discípulos: ¿Qué te ha proporcionado la iluminación? y contestó: Primero tenía depresión y ahora sigo con la misma depresión, pero la diferencia está en que ahora no me molesta la depresión. 

Agrego: sé que la depresión es muy dolorosa, he estado en ella, no sé que tan cierta pueda ser ésta frase cuando se esta pasando tan horrible cosa, pero la pongo aquí en una depresión leve tal vez funcione.



sábado, 27 de julio de 2013

Tu me besas


Te veo lejano y pensativo
sumido en el olvido, de tantas cosas...
te veo serio, absorto en tus ideas
sin pensar en las cosas mas sabrosas

Así eres tu lejano,
y te veo sorprendido
cuando ves en mi el verde llano
y el resguardo aquí en mi pecho
de tu corazón herido
y que sea yo tu lecho
tu cura y tu razón.

Así despiertas al amor
y tu me besas con candor del que no sabe...
con tu aliento y con calor
que sofocas mis entrañas
y termina con mil besos
estos dados con pasión
que bien me consume ya los huesos.

Yo te beso, abro los ojos y te miro
tus ojos cerrados ocultos en tu plácido mundo
y así escarba la termita
en mi corazón que al son del tuyo palpita.

Pero después de esto y todo
hay días que tu me besas sin zumo de fruta
con todo desgano
dejo de ver todas tus promesas
y siento en ti engaño

¿Será verdad que me amas?
¿Qué ves en mi oculta belleza?
de este cuerpo ya tullido
por la vida y por la edad
que por ti grita cual maullido
pidiendo socorro y piedad

¡Piedad te pido sientas por mí!
tu que me tienes el corazón herido
con tu vida taciturna
y tus ganas de volar
hacía otro nido

¿Qué buscas?
Amor, soledad y calma
¡Piedad por favor tenme!
Muéstrame cariño y bondad
no solo tu atención
cuando vamos a la cama.

Vacilas yo lo sé
no miras como un ciego
el adoro que te tengo
y mi desasosiego
que deja oscura mi alma
desesperanzas no se van.

Tu me besas
y buscas la verdad en cada beso
pero no se si yo tengo,
tu bella realidad

Etérea cual fantasma
pesadilla o sueño
dibujo en que se plasma
tu capricho de niño
hermoso como el agua,
suave como arena
que yo siempre lo riño

Flores bellas y olorosas
que nunca me darás
mas en mi las tengo
no hace falta dentro están
lo que tu desgarrarás

Como niña vanidosa
fría y algo pomposa
si bien tal vez hermosa
así en un tiempo fui
con vacío y sin amor
pero te conocí
y no se si contigo al cielo deba ir

Tu me besas de mil maneras
con amor o con desgano
que yo así lo amo
te pienso y no reclamo
pues eterno conmigo
estarás mil años.

Radha Lybica (RLc).

jueves, 25 de julio de 2013

El gato negro de Edgar Allan Poe


De entre todos los cuentos del autor, pongo éste, el gato negro. La primera vez que lo leí me lleno de ansiedad pero al mismo tiempo no podía dejar de leer; gran autor, te hace sentir el tormento que tal vez el sentía al escribirlo.

SPOILER: El cuento va más o menos así: Esta narrado en primera persona, el protagonista del cuento de niño tenía una forma de ser tierna y amaba a los animales, esto último lo acompaño hasta la edad adulta, tenía toda clase de animales, gusto que compartía con su esposa, entre todos sus animales tenía un gato negro al cual le arrancó un ojo y después terminó ahorcando. Después encontró otro gato negro igual al otro solo tenía una mancha blanca en el pecho. Posteriormente se dió cuenta de que también era tuerto, un día iba a matar el gato pero su esposa lo detuvo por lo que mató a su esposa y para cubrir su crimen la emparedó en su sótano. La policía fue a su casa unos días después, parecía que ya no habían encontrado nada cuando un maullido se oye desde la pared, de esta forma los policías descubrieron el cadáver emparedado y el gato como verdugo estaba encima de el, lo había emparedado también.

sábado, 13 de julio de 2013

El principito


El principito era un niño de otro planeta que no se cansaba de hacer preguntas... Su planeta era muy, muy pequeño, su nombre posiblemente era el asteroide B-612, el planeta, tenía tres volcanes uno de ellos apagado y el también vivía una hermosa flor que es a la que amaba. A veces movía su silla de lugar para ver las puestas de sol, como he dicho su planeta era muy pequeño.

Antoine de Saint-Exupery escribe este hermoso libro, conoció al principito cuando su avión se averió en el desierto del Sahara. El pricipito al conocerlo le dijo que quería que le dibujara un cordero y como señala Antoine en su libro, no era buen dibujante, por lo que hizo bastantes intentos de realizar un cordero pero el principito los rechazó todos; finalmente decidió dibujar una caja con tres agujeros y le dijo al principito que su cordero estaba dentro lo cual le gustó, la caja era pequeña lo cual indicaba que el cordero era pequeño, perfecto para su planeta.

Dentro de la historia el principito sale de su planeta a conocer otros planetas algunos tan pequeños como el suyo, conoce a un rey, a un vanidoso, a un bebedor, a un hombre de negocios, a un farolero, por último conoce a un zorro al cual domestica y este le recomienda visitar el planeta Tierra. Allí conoce a una serpiente y al autor, al cual le da agua de un pozo y le ayuda a sobrevivir.

Steve Jobs/Walter Isaacson Biografía


Steve Jobs el gran visionario, decía "No se necesitan estudios de mercado, el cliente sabe lo que quiere hasta que nosotros de lo mostramos" Otra cita que tenía era la de Picasso "Los artistas geniales roban y nosotros no tenemos reparo en robar las ideas geniales" Macintosh de Apple copió la interfaz gráfica de Xerox PARC y a su vez Microsoft la copió de Apple.

Steve es el co-fundador de Apple junto con Steve Wozniak; este último inventó el Apple 1 y quería regalar su invento pero según la biografía Jobs lo convenció de comercializarlo. Creación de Wozniak también fué el Apple 2.

Una de las creencias de Steve Jobs era que los productos que ellos creaban su software y hardware debían estar íntimamente relacionados, por lo que no permitía que el software del Macintosh fuera vendido a otros desarrolladores de Hardware tales como Compaq y Dell. Microsoft sistema de software, al contrario se vendía y era compatible con casi todos los hardware. Según Steve el software y hardware muy unidos hacían productos íntegros y geniales. También para Steve era muy importante el diseño del producto, tenía que ser en una palabra elegante, y también mostraba gusto por lo minimalista, convencía a los ingenieros para apegarse al diseño del producto que el creía y adaptar el aparato en sí a las carcasas de los productos; por lo general es la forma sigue a la función pero en el caso de los productos de Apple es al revés, la función sigue a la forma. He de agregar que Steve quería que el acabado fuera perfecto, era muy perfeccionista y el acabado de los productos de Apple debían ser elegantes hasta en las partes que iban estar ocultas, su padre le enseño eso cuando fabricaba carpintería, también debía usarse una buena madera aún en la parte de atrás. 

Fué despedido de Apple en 1985 por un pleito con el presidente Sculley. Cabe señalar la tremenda personalidad de Steve llena de carisma, gran orador, sin embargo la otra parte de su personalidad lo hacía tener muchos problemas, a menudo humillaba a sus empleados, podía llegar y decirles esa idea es una basura o es horrible cuando no decía que era genial, estaba en esos dos polos. También se dice que podían llegar con una idea y el decía que era una basura pero a la semana el llegaba con la misma idea como si fuera suya y decía que era genial. La gente con la que convivía era catalogada como Steve como héroes o capullos. El decía que Apple tenía que tener empleados de primera, jamás toleraría a alguien de segunda. Jobs volvió a Apple en 1997. Entremedio de esos años trabajó fundando NeXT con un ordenador del mismo nombre que fué un fracaso en ventas, también fundó Pixar. 

Jobs murió de cáncer de páncreas el 5 de octubre de 2011 junto a sus seres más queridos.

sábado, 15 de junio de 2013

A MI PADRE



Se ven retoños rebeldes en la rama del árbol…
Usted la mirada fija, sus ojos tristes, grises, taciturnos
¿Por qué esta suerte la mía se posa como un ave a la puerta de mi hogar?
¿Por qué este legado mío no puede volar?

Hombre honesto reconozco sus pensamientos firmes,
Nuestra huella en su corazón  vivido,
Habitamos alegres su recuerdo, niños sonrientes y honrados
A usted gracias ese lindo recuerdo vago

Orgulloso padre el que aun nos guía,
Orgulloso soberano del hogar nos llevó siempre de la mano
Ha visto nuestros triunfos, nos ha visto rasparnos las rodillas
Y aún en el otoño no aparta su mirada


Gracias a usted padre.



Radha Lybica

miércoles, 5 de junio de 2013

Poemas Manuel Acuña




Nocturno


A Rosario

¡Pues bien!, yo necesito decirte que te adoro, 
decirte que te quiero con todo el corazón; 
que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro, 
que ya no puedo tanto, y al grito en que te imploro, 
te imploro y te hablo en nombre de mi última ilusión.

Yo quiero que tú sepas que ya hace muchos días 
estoy enfermo y pálido de tanto no dormir; 
que están mis noches negras, tan negras y sombrías, 
que ya se han muerto todas las esperanzas mías, 
que ya no sé ni dónde se alzaba el porvenir.

De noche, cuando pongo mis sienes en la almohada 
y hacia otro mundo quiero mi espíritu volver, 
camino mucho, mucho, y al fin de la jornada, 
las formas de mi madre se pierden en la nada, 
y tú de nuevo vuelves en mi alma a aparecer.

Comprendo que tus besos jamás han de ser míos, 
comprendo que en tus ojos no me he de ver jamás; 
y te amo y en mis locos y ardientes desvaríos, 
bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos, 
y en vez de amarte menos te quiero mucho más.

A veces pienso en darte mi eterna despedida, 
borrarte en mis recuerdos y huir de esta pasión; 
mas si es en vano todo y el alma no te olvida, 
¿qué quieres tú que yo haga, pedazo de mi vida, 
qué quieres tú que yo haga con este corazón?

Y luego que ya estaba concluido el santuario, 
tu lámpara encendida, tu velo en el altar, 
el sol de la mañana detrás del campanario, 
chispeando las antorchas, humeando el incensario, 
y abierta allá a lo lejos la puerta del hogar...

¡Qué hermoso hubiera sido vivir bajo aquel techo, 
los dos unidos siempre y amándonos los dos; 
tú siempre enamorada, yo siempre satisfecho, 
los dos una sola alma, los dos un solo pecho, 
y en medio de nosotros mi madre como un Dios!

¡Figúrate qué hermosas las horas de esa vida! 
¡Qué dulce y bello el viaje por una tierra así! 
Y yo soñaba en eso, mi santa prometida; 
y al delirar en eso con alma estremecida, 
pensaba yo en ser bueno por ti, no más por ti.

Bien sabe Dios que ese era mi más hermoso sueño, 
mi afán y mi esperanza, mi dicha y mi placer; 
¡bien sabe Dios que en nada cifraba yo mi empeño, 
sino en amarte mucho en el hogar risueño 
que me envolvió en sus besos cuando me vio nacer!

Esa era mi esperanza... mas ya que a sus fulgores 
se opone el hondo abismo que existe entre los dos, 
¡adiós por la vez última, amor de mis amores; 
la luz de mis tinieblas, la esencia de mis flores; 
mi lira de poeta,mi juventud, adiós!

Manuel Acuña





Hojas secas

  I

Mañana que ya no puedan 
encontrarse nuestros ojos, 
y que vivamos ausentes, 
muy lejos uno del otro, 
que te hable de mí este libro 
como de ti me habla todo.

            II

Cada hoja es un recuerdo 
tan triste como tierno 
de que hubo sobre ese árbol 
un cielo y un amor; 
reunidas forman todas 
el canto del invierno, 
la estrofa de las nieves 
y el himno del dolor.

            III

Mañana a la misma hora 
en que el sol te besó por vez primera, 
sobre tu frente pura y hechicera 
caerá otra vez el beso de la aurora; 
pero ese beso que en aquel oriente 
cayó sobre tu frente solo y frío, 
mañana bajará dulce y ardiente, 
porque el beso del sol sobre tu frente 
bajará acompañado con el mío.

            IV

En Dios le exiges a mi fe que crea, 
y que le alce un altar dentro de mí. 
¡Ah! ¡Si basta no más con que te vea 
para que yo ame a Dios, creyendo en ti!

            V

Si hay algún césped blando 
cubierto de rocío 
en donde siempre se alce 
dormida alguna flor, 
y en donde siempre puedas 
hallar, dulce bien mío, 
violetas y jazmines 
muriéndose de amor;

yo quiero ser el césped 
florido y matizado 
donde se asienten, niña, 
las huellas de tus pies; 
yo quiero ser la brisa 
tranquila de ese prado 
para besar tus labios 
y agonizar después.

Si hay algún pecho amante 
que de ternura lleno 
se agite y se estremezca 
no más para el amor, 
yo quiero ser, mi vida, 
yo quiero ser el seno 
donde tu frente inclines 
para dormir mejor.

Yo quiero oír latiendo 
tu pecho junto al mío, 
yo quiero oír qué dicen 
los dos en su latir, 
y luego darte un beso 
de ardiente desvarío, 
y luego... arrodillarme 
mirándote dormir.

            VI

Las doce... ¡adiós...! Es fuerza que me vaya 
y que te diga adiós... 
Tu lámpara está ya por extinguirse, 
y es necesario. 
—Aún no—. 
Las sombras son traidoras, y no quiero 
que al asomar el sol, 
se detengan sus rayos a la entrada 
de nuestro corazón. . . 
—Y, ¿qué importan las sombras cuando entre ellas 
queda velando Dios? 
—¿Dios? ¿Y qué puede Dios entre las sombras 
al lado del amor? 
—Cuando te duermas ¿me enviarás un beso? 
—¡Y mi alma! 
—¡Adiós...! 
—¡Adiós...!

            VII

Lo que siente el árbol seco 
por el pájaro que cruza 
cuando plegando las alas 
baja hasta sus ramas mustias, 
y con sus cantos alegra 
las horas de su amargura; 
lo que siente pro el día 
la desolación nocturna 
que en medio de sus angustias, 
ve asomar con la mañana 
de sus esperanzas una; 
lo que sienten los sepulcros 
por la mano buena y pura 
que solamente obligada 
por la piedad que la impulsa, 
riega de flores y de hojas 
la blanca lápida muda, 
eso es al amarte mi alma 
lo que siente por la tuya, 
que has bajado hasta mi invierno, 
que has surgido entre mi angustia 
y que has regado de flores 
la soledad de mi tumba.

Mi hojarasca son mis creencias, 
mis tinieblas son la duda, 
mi esperanza es el cadáver, 
y el mundo mi sepultura... 
Y como de entre esas hojas 
jamás retoña ninguna; 
como la duda es el cielo 
de una noche siempre oscura, 
y como la fe es un muerto 
que no resucita nunca, 
yo no puedo darte un nido 
donde recojas tus plumas, 
ni puedo darte un espacio 
donde enciendas tu luz pura, 
ni hacer que mi alma de muerto 
palpite unida a la tuya; 
pero si gozar contigo 
no ha de ser posible nunca, 
cuando estés triste, y en el alma 
sientas alguna amargura, 
yo te ayudaré a que llores, 
yo te ayudaré a que sufras, 
y te prestaré mis lágrimas 
cuando se acaben las tuyas.

            VIII

                1

Aún más que con los labios 
hablamos con los ojos; 
con los labios hablamos de la tierra, 
con los ojos del cielo y de nosotros.

                2

Cuando volví a mi casa 
de tanta dicha loco, 
fue cuando comprendí muy lejos de ella 
que no hay cosa más triste que estar solo.

                3

Radiante de ventura, 
frenético de gozo, 
cogí una pluma, le escribí a mi madre, 
y al escribirle se lo dije todo.

                4

Después, a la fatiga 
cediendo poco a poco, 
me dormí y al dormirme sentí en sueños 
que ella me daba un beso y mi madre otro.

                5

¡Oh sueño, el de mi vida 
más santo y más hermoso! 
¡Qué dulce has de haber sido cuando aun muerto 
gozo con tu recuerdo de este modo!

            IX

Cuando yo comprendí que te quería 
con toda la lealtad de mi corazón, 
fue aquella noche en que al abrirme tu alma 
miré hasta su interior. 
Rotas estaban tus virgíneas alas 
que ocultaba en sus pliegues un crespón 
y un ángel enlutado cerca de ellas 
lloraba como yo. 
Otro tal vez, te hubiera aborrecido 
delante de aquel cuadro aterrador; 
pero yo no miré en aquel instante 
más que mi corazón; 
y te quise tal vez por tus tinieblas, 
y te adoré, tal vez, por tu dolor, 
¡que es muy bello poder decir que el alma 
ha servido de sol...!

            X

Las lágrimas del niño 
la madre enjuga, 
las lágrimas del hombre 
las seca la mujer... 
¡Qué tristes las que brotan 
y bajan por la arruga, 
del hombre que está solo, 
del hijo que está ausente, 
del ser abandonado 
que llora y que no siente 
ni el beso de la cuna, 
ni el beso del placer!

            XI

¡Cómo quieres que tan pronto 
olvide el mal que me has hecho, 
si cuando me toco el pecho 
la herida me duele más! 
Entre el perdón y el olvido 
hay una distancia inmensa; 
yo perdonaré la ofensa; 
pero olvidarla... ¡jamás!

            XII

¡Ah, gloria! ¡De qué me sirve 
tu laurel mágico y santo, 
cuando ella no enjuga el llanto 
que estoy vertiendo sobre él! 
¡De qué me sirve el reflejo 
de tu soñada corona! 
¡cuando ella no me perdona 
ni en nombre de ese laurel!

            XIII

La que a la luz de sus ojos 
despertó mi pensamiento, 
la que al amor de su acento 
encendió en mí la pasión; 
muerta para el mundo entero 
y aun para ella misma muerta, 
solamente está despierta 
dentro de mi corazón.

            XIV

El cielo muy negro, y como un velo 
lo envuelve en su crespón la oscuridad; 
con una sombra más sobre ese cielo 
el rayo puede desatar su vuelo 
y la nube cambiarse en tempestad.

            XV

Oye, ven a ver las naves, 
están vestidas de luto, 
y en vez de las golondrinas 
están graznando los búhos. . . 
El órgano está callado, 
el templo solo y oscuro, 
sobre el altar... ¿y la virgen 
por qué tiene el rostro oculto? 
¿Ves?... en aquellas paredes 
están cavando un sepulcro, 
y parece como que alguien 
solloza allí, junto al muro. 
¿Por qué me miras y tiemblas? 
¿Por qué tienes tanto susto? 
¿Tú sabes quién es el muerto? 
¿Tú sabes quién fue el verdugo?

Manuel Acuña