Una noche, de esas de siempre
Fuimos al café
Y de repente te pregunté:
Sí de este momento escribieras un poema
¿Qué escribirías?
Me permití sentir, así en mí
Y por algo tan sencillo el tiempo se congeló un ratito
Pero quizás solo estaba poniéndome romántica
Allí dos bebidas, quizás era la música
Tu problema de aquel día me contabas
Yo atenta escuché, luego viste mi bebida: un jugo esa vez…
Entonces me preguntaste -¿Qué jugo es?
-Ese que te gusta a ti- contesté
Enseguida pensé que se que te gusta y tu sabes lo que me gusta,
Que somos dos personas, dos universos que se entienden,
Me dí cuenta que estaba muy feliz y en paz que puedo agradecer a Dios.
Sí, estoy feliz por lo que tenemos, por lo que hemos formado, siento
la armonía que te da el amor con todos sus matices y sus tonos,, tal vez algún
día se vuelva realidad nuestra promesa, de un nuevo hogar, que allí haya todo
lo más lindo que uno pueda imaginar:
Tú, Yo;
Tú, con tus deportes, tu escuela, tus sueños y tus libros;
y yo, mis libros, mis sueños, mis metas, mis dibujos y mis imaginarios
viajes y muchas otras cosas que podemos compartir.
Al principio pensé escribir un poema de estas cosas pero no me salió,
solo quiero agradecer a Dios, a la vida por estos casi dos años de novios.
RLc.
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